La Quebrada Mani, en el desierto de Atacama, lugar de los hallazgos más antiguos de ocupación humana de la zona y donde se ha encontrado un campamento humano de 12.800 años de antigüedad, es el punto de trabajo actual de la investigadora postdoctoral del Instituto de Ciencias de la Ingeniería (ICI) de la Universidad Estatal de O’Higgins (UOH), Natalia Villavicencio.
Actualmente trabaja en recuperar registros fósiles de esa zona en el marco del proyecto Fondecyt 1201786, que es liderado por el arqueólogo Calogero Santoro, de la Universidad de Tarapacá, y donde trabaja como co-investigadora junto a expertos de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
“Hasta la fecha hemos encontrado diversos registros fósiles que corresponden a megafauna (grandes mamíferos) de la última edad del hielo que vivió en el sector, hace unos 17 mil años”, señala la Doctora en Biología Integrativa.
Dentro de los mamíferos que se han descubierto existen megaterios (perezosos gigantes), camélidos, caballos y cánidos extintos. “Estos animales habitaron lo que hoy es el desierto absoluto, en momentos que el paisaje poseía agua en superficie y vegetación”, explica la investigadora.
La experta UOH explica que la finalidad del proyecto es reconstruir los antiguos paisajes de la Pampa del Tamarugal y conocer la relación de los ecosistemas con el agua y, también, la relación entre fauna y los primeros habitantes humanos del sector.
“Esperamos preparar los materiales fósiles encontrados en nuestro laboratorio, restaurándolos y conservándolos para su posterior resguardo en el Museo Regional de Iquique. También buscamos obtener mejores datos sobre los momentos en que estos animales habitaron la Pampa y bajo qué condiciones ambientales. Finalmente, siempre está el deseo de encontrar nuevos hallazgos de otras especies no registradas”, señala la Dra. Villavicencio sobre el futuro de la investigación.