¿Es Chile un país traumatizado?

Si bien Chile es un país de catástrofes naturales y la prevalencia de enfermedades mentales es una de las más altas de Latinoamérica, ello no implica necesariamente que los chilenos tengan más traumas. De hecho, un especialista de la Universidad del Pacífico destaca la importancia del funcionamiento de la comunidad ante episodios potencialmente traumáticos.

 

Una de las formas más clásicas a través de las cuales se ha abordado el trauma tiene que ver con el diagnóstico clínico del llamado Trastorno por Estrés Postraumático (TEPT), que nace por primera vez como concepto en 1980. Si bien no existen estadísticas actualizadas, estudios del año 2009 indican que en Chile esta enfermedad afecta a un 4,4% de la población, cifra que suele ser significativamente mayor después de eventos catastróficos. Por ejemplo, tras el terremoto de California en 1994 y el tsunami de Asia del 2004, la prevalencia del TEPT fue de un 42%, mientras que en nuestro país, después del terremoto y tsunami del 27 de febrero de 2010, alcanzó el 22%.

 

“El TEPT es una de las formas que nos da acceso a ver qué tan traumatizada puede estar una población, pero eso es complejo de definir, porque el concepto carece de varios elementos que son significativos para ver qué es lo que entendemos por trauma. Es difícil dar una cifra, porque los trastornos traumáticos en general se ha visto que están bastante subdiagnosticados. Hay personas que pueden haber pasado por experiencias traumáticas tempranas, incluso de las cuales no tengan memoria y que eso tenga efectos en su vida y su salud mental hoy en día, y eso no está pesquisado en ninguna parte”, aclara el psicólogo Camilo Barrionuevo, director del Diplomado en Acompañamiento en Situaciones de Trauma: un abordaje desde la psicología Jungiana y la espiritualidad”, que dictará la Universidad del Pacífico a partir del mes de julio.

Adicionalmente, se debe considerar que otra de las manifestaciones del trauma puede ser la depresión, patología que, según el Ministerio de Salud, en Chile alcanza cifras muy por encima del promedio mundial, con una prevalencia de 17,2%, lo que nos ubica como el cuarto país más depresivo de la región de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud.

“Es una problemática que sabemos que está presente de forma bastante más transversal en Chile, considerando además nuestra situación socio histórica política, las condiciones de nuestra geografía y la constante exposición a desastres naturales”, agrega Barrionuevo.

La literatura indica que el trauma se genera por una situación o un cúmulo de eventos prolongados en el tiempo que sobrepasan las capacidades del individuo de integrar dichas experiencias. “Los verbos que suelen estar relacionados con las definiciones de trauma tienen que ver con la cualidad arrolladora de la experiencia y con el colapso de los sistemas de autorregulación clásicos que usamos para sobrevivir a experiencias difíciles”, explica el psicólogo.

Eso quiere decir que un evento por sí solo no es sinónimo de trauma. “El trauma no puede ser definido por un evento, como decir que tuve un accidente o vino un terremoto  e inmeditamente quedé traumatizado producto de ello. Tiene que ver con cómo ese evento se significa, es decir, cómo afecta mi biología, mi psicología, cómo yo le doy sentido a esa experiencia o no y además cómo el entramado, mis redes cercanas, mi comunidad, mi país, mi sociedad, ayuda a que yo pueda integrar dicha experiencia. Efectivamente hay ciertos eventos que pueden ser más traumatizantes que otros, pero eso no determina si la experiencia se constituye psíquicamente como un trauma. El entorno y la respuesta es muy importante”, precisa el docente de la Universidad del Pacífico.

Para ejemplificarlo, el Magíster en Psicología Clínica plantea el caso de la muerte del marido o la esposa. “Puede ser un hito en mi vida, un dolor agudo muy grande y que esté años en ese proceso, pero de una u otra forma, porque tuvo una enfermedad, hubo un proceso de despedida y un acompañamiento, siendo una experiencia difícil, la pude integrar. Yo me pude vincular con ese dolor, pude nombrarlo, pude hablarlo, llorarlo, gritarlo, etc. Pude integrarlo en la narrativa biográfica. Puedo hablar de eso, contárselo a otra persona, etc. Eso no constituye una experiencia traumática. El trauma implica la incapacidad de vincularme con aquello que me está pasando, por esta naturaleza arrolladora de la experiencia, donde los sistemas de adaptación psíquicos normales colapsan y la experiencia queda disociada, no integrada”, aclara Camilo Barrionuevo.

Factores traumáticos en Chile

Por esta dimensión relacional y vincular propia del trauma, aunque Chile sea un país de catástrofes, eso no implica necesariamente que sea una nación más traumatizada por su mayor exposición a desastres naturales.

“En un país como Chile, que está acostumbrado a experiencias catastróficas y donde hay narrativas, sistemas y funcionamiento de comunidad, es menos probable que se generen experiencias traumatizantes que en un país que no está acostumbrado a eventos sísmicos, por ejemplo, donde a lo mejor tengan un sismo de mucho menor intensidad y colapse, y entonces no haya cómo integrar dicha experiencia en la narrativa que puede ser muy arrolladora para un grupo de individuos. En ese sentido, hay una responsabilidad social, cultural y ética de cómo nos enfrentemos comunitariamente a eventos potencialmente arrolladores o destructores”, puntualiza el experto.

No obstante, advierte que sí es probable que Chile sea un país traumatizado por otros motivos. “Dado los índices de violencia, maltrato en infancia, pobreza y desigualdad brutal, y nuestra historia respecto a la dictadura militar, Chile probablemente sí es un país muy traumatizado, donde los índices de personas padeciendo trauma están subdiagnosticados”, concluye el director del Diplomado en Acompañamiento en Situaciones de Trauma de la Universidad del Pacífico.

Para quienes estén interesados en ahondar más sobre este tema, la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico (Visión Humanista Transpersonal) invita a la charla abierta “El trauma desde la perspectiva del alma”, que dictarán los docentes y psicólogos clínicos, Camilo Barrionuevo y Felipe Banderas, el jueves 15 de junio en casa central. Entrada gratuita previa inscripción en smolina@upacifico.cl

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